martes, 4 de diciembre de 2012

EDUCAR PARA LA CONFLICTIVIDAD URBANA.

Una oportunidad para los Docentes. Una necesidad de niños y adolescentes.
Ante un buen número de educadores de cuatro instituciones educativas, el sicoanalista de trayectoria internacional, expuso una serie de estrategias para alcanzar eficientes logros en materia de la transformación de los conflictos en las escuelas.-
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Atendiendo la invitación que le formuló la Alcaldía de Barranquilla- Secretaría de Educación- a través de la Fundación “Nueva Ciudad” que es la entidad operadora del Proyecto Caminos Seguros, Vida Segura, el sicoanalista y profesor del “Seminario Freud” de la Facultad de Psicología de la Universidad Javeriana, Luis Fernando Ordúz, presentó ante docentes del Colegio Metropolitano de Barranquilla, del Centro Educativo Olga Emiliani, del Colegio Distrital Murillo y del Instituto Educativo Distrital Germán Vargas Cantillo, unos enfoques alternativos para una “educación en la conflictividad”. Este esfuerzo pedagógico, forma parte de la Estrategia de Participación Ciudadana que busca hacer del Corredor de la Calle Murillo un espacio urbano ordenado, amable y bello.
“La Ciudad es, esencialmente, un escenario para el conflicto; para la materialización de la divergencia, para la puja entre los intereses contrapuestos y para la manifestación de la multiplicidad de formas en las que quienes viven la ciudad, se adaptan, la adaptan o sobreviven en ella. Lo importante para el educador es poder constatar que grada grupo humano lo hace a su manera, según sus propias visiones e intereses. Pero, también es estimulante constatar que todos, absolutamente todos los grupos y personas, lo hacen en función de lo mismo: ser felices en la Ciudad.”
El Profesor Orduz, especialista quien es miembro titular de la Sociedad Colombiana de Psicoanálisis y Director de la Revista de dicha Sociedad Científica, argumentó en su exposición acerca de la necesidad de reconocer que, en oposición a la felicidad, la experiencia del dolor cumple una función en la formación del carácter y en, en este sentido, la vivencia del sujeto dentro de la Ciudad, que es fuente de miedos y de violencia, debe ser aprovechada pedagógicamente para hacer posible el crecimiento de un individuo sano, dentro de un grupo social productivo y en una ciudad amable.
“Es necesario que padres y maestros se acerquen al mundo de los niños y de los adolescentes que en sus gestos, ayer y hoy, lo mismo que hace 100 años, parecieran querer destruirlo todo. Acercarse a ellos para entender su relación, aparentemente agresiva con la Ciudad y su materialidad, que es lo más visible. Acercarse para comprender su enfrentamiento con las distintas formas de autoridad y de dirección y descubrir que no son otra cosa que manifestaciones de sus necesidades de afirmación, de crecimiento, de búsqueda de patrones convincentes de comportamiento, de liderazgos en los que puedan creer y a los que puedan seguir”, concluyó el conferenciante internacional en su visita a Barranquilla.
Al cierre del evento, David Cortéz, Director de la Fundación Nueva Ciudad, concluyó:
“El proyecto Caminos Seguros, Vida Segura es un escenario en el que pueden dialogar el adulto con el niño; ambos con el entorno urbano y con quienes lo habitan y usan. En él, la Comunidad se encuentra con sus Gobernantes y a todos con la Ciudad. Los Maestros tienen, entonces, la posibilidad de ser los conductores de este proceso educativo transformador de Barranquilla y de los barranquilleros que tenemos que aprender a vivir en una Ciudad cada día más compleja”

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