lunes, 13 de junio de 2016



A propósito de los 30 años de Telecaribe
PENSAR LA REGIÓN CARIBE
DESDE SU PROPIA TELEVISIÓN

                             




“Necesitamos políticas para superar nuestros desequilibrios regionales, la creación de medios de calidad (…) medios donde la amplia diversidad social, política y cultural de nuestras sociedades regionales pueda encontrar espacio para sus perspectivas, opiniones, imágenes y proyectos de región, de mundo y de país”.


Telecaribe celebra, en este 2016, 30 años de funcionamiento emitiendo su programación para los siete departamentos de la costa norte (Caribe continental) de Colombia. La primera emisión del canal se realizó el 28 de abril de 1986, y “a partir de ahí se encargó de constituirse en un referente para los caribeños, promoviendo la identidad, la cultura y la unión regionales”.
Durante las últimas reuniones de gobernadores costeños como parte de la Junta Administradora Regional de Televisión, los mandatarios han insistido en la “descentralización” de Telecaribe y en visibilizar en su programación todo el diverso espectro de la pluralidad étnica y cultural del Caribe colombiano.
“Telecaribe debe fortalecer nuestro orgullo Caribe resaltando todas las expresiones culturales a lo largo y ancho de nuestra Región”, dijo el Gobernador del Atlántico Eduardo Verano, quien agregó: “Tenemos que mejorar la parrilla de programación para competir con los canales nacionales y con los internacionales también”.




Habría que señalar que nuestra televisión regional no ha sido hasta ahora objeto de preocupación, estudio o análisis de parte de los círculos académicos del Caribe colombiano, salvo uno que otro esporádico y coyuntural documento periodístico, publicado principalmente entre El Heraldo y la  Universidad del Norte.

Como excepción, sin embargo, hemos conocido el trabajo académico de los periodistas Leonardo Herrera y Diego García, “El Caribe colombiano a través de su televisión”, que ellos realizaron “con el propósito de pensar la región desde la televisión e identificar su papel en la representación, reconfiguración y reafirmación de la cultura regional”.  
Se trata de un ensayo publicado por la Universidad Sergio Arboleda de Santa Marta y, aunque el estudio estuvo referido básicamente a la “agenda informativa” (noticieros) de Telecaribe, creemos oportuno extractar algunos de sus apartes, que consideramos siguen aún vigentes para el resto de la parrilla de programación del canal.

El epígrafe que invocan los autores justifica con creces la pertinencia de este bienvenido aporte del periodismo y la academia. Es tomado del Observatorio del Caribe y dice así:
“No es posible concebir la nación colombiana contemporánea sin los ocho departamentos del Caribe (…) Por su localización y el tamaño de su población; su historia y su economía; su vida social y su cultura, la región Caribe de Colombia es una pieza determinante en la configuración de la nacionalidad colombiana”.  

A continuación, daremos una secuencia de esos apartes del estudio de García Ramírez y Herrera Delghams (cuyo diciente prólogo es del investigador Fabio López de la Roche, de la Universidad Nacional de Colombia) que consideramos aportes vigentes en la coyuntura mediática regional de hoy:
Muchas personas depositan en le TV la confianza para conocer y reconocer los contextos cercanos a su realidad y para acercarse a mundos lejanos y a culturas diferentes a la suya. (Así, necesitamos) comprender las funciones de la televisión como escenario de encuentros y de reconocimiento de las diversidades sociales y culturales de la Región Caribe.

Telecaribe es el canal de televisión pública de la región Caribe colombiana, fue el segundo canal regional en entrar en funcionamiento en el país luego de ardua y prolongada batalla que dieron las regiones ante el centralismo bogotano para que les dejaran producir su propia televisión.




Como canal público, Telecaribe tiene la función de trabajar en favor de la integración cultural de la región Caribe, respondiendo a las necesidades de información y de entretenimiento de los televidentes  (…) pues, como se argumenta frecuentemente, la televisión es el espejo de la sociedad que la produce. 

Lo público debe ser el espacio para la diversidad y la pluralidad; como televisión pública, en el canal regional deberían caber muchas  más formas de ser regionales (…) La región Caribe está en un proceso de constituirse como entidad territorial, (entonces) es muy importante que, antes de definirla desde lo político y lo administrativo, se la defina desde lo social y lo cultural.     

Si bien lo administrativo y cultural no tienen que coincidir, de alguna manera deberán  estar sincronizados, pues solo de esa forma se puede pensar la región como un espacio de igualdad y equidad, de lo contrario muchos intereses seguirán siendo marginados y se impondrán los de unos pocos.
De ahí la importancia de la televisión regional, ya que por lo masivo de este medio es un lugar privilegiado desde el cual proponer representaciones de región más incluyentes, no una visión centralizada en una sola ciudad; pues de esa forma no lograrán sentirse parte de la región todos sus territorios y culturas, y el sentimiento de unidad Caribe seguirá siendo débil.   

Es lo que sucede con los lugares, realidades, actores sociales y culturas que la televisión no muestra ni representa, nunca aparecen ante los ojos de los televidentes ni a los ojos de la región, por eso será imposible que puedan llegar a ser parte de ella.

Si la directriz de Telecaribe, como canal regional, propende por fomentar la exaltación y desarrollo de los valores culturales, sociales, políticos y económicos de la región y propiciar la integración, la formación y recreación de sus habitantes, resulta consecuente que sus producciones busquen lo mismo (…) con objetivos como la generación de identidad y la integración cultural de la región.
Sigue siendo una tarea pendiente el construir relatos a partir de la diversidad, que estimulen la comunicación, el conocimiento y encuentro entre las regiones y sus culturas.

Son muchos los interrogantes que quedan por resolver sobre las funciones del canal público de la región Caribe de Colombia (por ejemplo): ¿podrá realmente el canal integrar y comunicar a toda la región Caribe? ¿Logrará Telecaribe constituirse en un referente para pensar e imaginar el Caribe como espacio sociocultural heterogéneo y diverso?
Ya para finalizar esta reseña, nos devolvemos al escrito del prologuista Fabio López de la Roche cuando apunta, de su propia cosecha, lo siguiente:  “En lo social y lo cultural hay una paradójica subrepresentación de los grupos indígenas y afrocolombianos (…) Subrepresentada, también la mujer…”

“Necesitamos políticas para superar nuestros desequilibrios regionales, la creación de medios de calidad (…) medios donde la amplia diversidad social, política y cultural de nuestras sociedades regionales pueda encontrar espacio para sus perspectivas, opiniones, imágenes y proyectos de región, de mundo y de país”. 
 
Y concluye López de la Roche: Como bien lo expresan los autores (Herrera y García), “Todavía no aparece la región multiétnica y mucho menos la pluricultural a la que se apela reiteradamente (…) Esta investigación resulta muy oportuna para repensar la configuración de la televisión pública no solo en la región Caribe sino en todas nuestras regiones”.

FIN