A propósito de los 30 años
de Telecaribe
PENSAR LA REGIÓN CARIBE
DESDE SU PROPIA TELEVISIÓN
“Necesitamos políticas para superar nuestros
desequilibrios regionales, la creación de medios de calidad (…) medios donde la
amplia diversidad social, política y cultural de nuestras sociedades regionales
pueda encontrar espacio para sus perspectivas, opiniones, imágenes y proyectos
de región, de mundo y de país”.
Telecaribe celebra, en este
2016, 30 años de funcionamiento emitiendo su programación para los siete
departamentos de la costa norte (Caribe continental) de Colombia. La primera
emisión del canal se realizó el 28 de abril de 1986, y “a partir de ahí se
encargó de constituirse en un referente para los caribeños, promoviendo la identidad,
la cultura y la unión regionales”.
Durante las últimas reuniones
de gobernadores costeños como parte de la Junta Administradora Regional de
Televisión, los mandatarios han insistido en la “descentralización”
de Telecaribe y en visibilizar en su programación todo el diverso espectro de
la pluralidad étnica y cultural del Caribe colombiano.
“Telecaribe debe
fortalecer nuestro orgullo Caribe resaltando todas las expresiones culturales a
lo largo y ancho de nuestra Región”, dijo el Gobernador del Atlántico Eduardo
Verano, quien agregó: “Tenemos que mejorar la parrilla de programación para
competir con los canales nacionales y con los internacionales también”.
Habría que señalar que nuestra televisión
regional no ha sido hasta ahora objeto de preocupación, estudio o análisis de
parte de los círculos académicos del Caribe colombiano, salvo uno que otro
esporádico y coyuntural documento periodístico, publicado principalmente entre
El Heraldo y la Universidad del Norte.
Como excepción, sin embargo, hemos
conocido el trabajo académico de los periodistas Leonardo Herrera y Diego
García, “El Caribe colombiano a través de su televisión”, que ellos realizaron
“con el propósito de pensar la región desde la televisión e identificar su
papel en la representación, reconfiguración y reafirmación de la cultura
regional”.
Se trata de un ensayo publicado por la
Universidad Sergio Arboleda de Santa Marta y, aunque el estudio estuvo referido
básicamente a la “agenda informativa” (noticieros) de Telecaribe, creemos oportuno
extractar algunos de sus apartes, que consideramos siguen aún vigentes para el
resto de la parrilla de programación del canal.
El epígrafe que invocan los autores
justifica con creces la pertinencia de este bienvenido aporte del periodismo y
la academia. Es tomado del Observatorio del Caribe y dice así:
“No es posible concebir la nación
colombiana contemporánea sin los ocho departamentos del Caribe (…) Por su
localización y el tamaño de su población; su historia y su economía; su vida
social y su cultura, la región Caribe de Colombia es una pieza determinante en
la configuración de la nacionalidad colombiana”.
A continuación, daremos una secuencia de
esos apartes del estudio de García Ramírez y Herrera Delghams (cuyo diciente prólogo
es del investigador Fabio López de la Roche, de la Universidad Nacional de
Colombia) que consideramos aportes vigentes en la coyuntura mediática regional
de hoy:
Muchas personas depositan en le TV la
confianza para conocer y reconocer los contextos cercanos a su realidad y para
acercarse a mundos lejanos y a culturas diferentes a la suya. (Así, necesitamos)
comprender las funciones de la televisión como escenario de encuentros y de reconocimiento
de las diversidades sociales y culturales de la Región Caribe.
Telecaribe es el canal de televisión
pública de la región Caribe colombiana, fue el segundo canal regional en entrar
en funcionamiento en el país luego de ardua y prolongada batalla que dieron las
regiones ante el centralismo bogotano para que les dejaran producir su propia
televisión.
Como canal público, Telecaribe tiene la
función de trabajar en favor de la integración cultural de la región Caribe,
respondiendo a las necesidades de información y de entretenimiento de los
televidentes (…) pues, como se argumenta
frecuentemente, la televisión es el espejo de la sociedad que la produce.
Lo público debe ser el espacio para la
diversidad y la pluralidad; como televisión pública, en el canal regional
deberían caber muchas más formas de ser regionales (…) La región
Caribe está en un proceso de constituirse como entidad territorial, (entonces)
es muy importante que, antes de definirla desde lo político y lo administrativo,
se la defina desde lo social y lo cultural.
Si bien lo administrativo y cultural no
tienen que coincidir, de alguna manera deberán
estar sincronizados, pues solo de esa forma se puede pensar la región
como un espacio de igualdad y equidad, de lo contrario muchos intereses
seguirán siendo marginados y se impondrán los de unos pocos.
De ahí la importancia de la televisión
regional, ya que por lo masivo de este medio es un lugar privilegiado desde el
cual proponer representaciones de región más incluyentes, no una visión centralizada
en una sola ciudad; pues de esa forma no lograrán sentirse parte de la región
todos sus territorios y culturas, y el sentimiento de unidad Caribe seguirá
siendo débil.
Es lo que sucede con los lugares,
realidades, actores sociales y culturas que la televisión no muestra ni
representa, nunca aparecen ante los ojos de los televidentes ni a los ojos de
la región, por eso será imposible que puedan llegar a ser parte de ella.
Si la directriz de Telecaribe, como canal
regional, propende por fomentar la exaltación y desarrollo de los valores
culturales, sociales, políticos y económicos de la región y propiciar la
integración, la formación y recreación de sus habitantes, resulta consecuente
que sus producciones busquen lo mismo (…) con objetivos como la generación de
identidad y la integración cultural de la región.
Sigue siendo una tarea pendiente el
construir relatos a partir de la diversidad, que estimulen la comunicación, el
conocimiento y encuentro entre las regiones y sus culturas.
Son muchos los interrogantes que quedan por
resolver sobre las funciones del canal público de la región Caribe de Colombia
(por ejemplo): ¿podrá realmente el canal integrar y comunicar a toda la región
Caribe? ¿Logrará Telecaribe constituirse en un referente para pensar e imaginar
el Caribe como espacio sociocultural heterogéneo y diverso?
Ya para finalizar esta reseña, nos
devolvemos al escrito del prologuista Fabio López de la Roche cuando apunta, de
su propia cosecha, lo siguiente: “En lo
social y lo cultural hay una paradójica subrepresentación de los grupos
indígenas y afrocolombianos (…) Subrepresentada, también la mujer…”
“Necesitamos políticas para superar
nuestros desequilibrios regionales, la creación de medios de calidad (…) medios
donde la amplia diversidad social, política y cultural de nuestras sociedades
regionales pueda encontrar espacio para sus perspectivas, opiniones, imágenes y
proyectos de región, de mundo y de país”.
Y concluye López de la Roche: Como bien lo
expresan los autores (Herrera y García), “Todavía no aparece la región
multiétnica y mucho menos la pluricultural a la que se apela reiteradamente (…)
Esta investigación resulta muy oportuna para repensar la configuración de la
televisión pública no solo en la región Caribe sino en todas nuestras regiones”.
FIN